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Aprende a hacer el bien

¡Lávense, límpiense!
¡Aparten de mi vista sus obras malvadas!
¡Dejen de hacer el mal!
17 ¡Aprendan a hacer el bien!
¡Busquen la justicia y restituyan al oprimido!
¡Aboguen por el huérfano
y defiendan a la viuda!
(Isaías 1:16-17)

En la reflexión de hoy se nos invita a adoptar muchas actitudes que nos dirigen a vivir más cerca del Señor y de sus principios, alejándonos, al mismo tiempo, del pecado.

  1. Lávense, límpiense: Nuestra naturaleza corrupta está manchada de pecado. Afortunadamente, tenemos un Salvador que nos purifica, Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
  2. Apartar las obras malvadas: Esta es una actitud intencional que todo converso debe adoptar: actuar sin maldad, sin engaño, injusticia y corrupción.
  3. Dejar de hacer el mal: La aplicación práctica es dejar, parar. Abandonar conductas dañinas y buscar la transformación a través del arrepentimiento. Debemos alejarnos de las prácticas pecaminosas, o aquellas que conducen al error y al mal.
  4. Aprender a hacer el bien: Aquí la instrucción es actuar con justicia y compasión. Haz lo que es correcto y bueno. Ver e imitar las buenas lecciones. Busca oportunidades para hacer buenas obras y mostrar amor a los demás.
  5. Buscar la justicia: Dios en Su Palabra nos advierte varias veces sobre la necesidad de buscar su Reino y su Justicia. Necesitamos defender la justicia y actuar de manera justa en todas las situaciones.
  6. Reprender al opresor: No tolerar la opresión y confrontar a quienes oprimen a otros.
  7. Garantizar y defender los derechos de los huérfanos y las viudas: Defender los derechos de las personas vulnerables, como los huérfanos, las viudas y otras personas necesitadas, garantizando que sean tratados con justicia, mostrándoles amor, compasión y cuidado.

¡Son muchos los desafíos, pero en todos podemos contar con la ayuda de nuestro Dios!

Para orar:

¡Señor Dios, tú eres el Dios de toda bondad, justicia y rectitud! Ayúdame a vivir de una manera que te agrade. Padre, lávame en la preciosa sangre de Cristo y purifica mi vida de todo mal. Dame fuerza para rechazar el pecado y no hacer el mal. Enséñame a hacer el bien correctamente. Dame valor para buscar tu justicia y no estar de acuerdo con los opresores de este mundo. Ayúdame a amar y ayudar a los más necesitados a ver tu amor a través de mi vida. En el nombre de Jesús, oro. ¡Amén!